miércoles, 9 de diciembre de 2015

Tener ganas.

Dos palabras: Tengo ganas.

Claro, tengo ganas de besarte tanto que sientas que el suspiro le da oxígeno a tus labios. Tengo ganas de tocarte el cuello y besarlo, no soy vampira, pero cuanto me gustaría poder clavarme en ti y hacer transfusión de amor directamente al alma. Tengo ganas de que esas manos grandes con que la vida te dotó toquen tras mi cuello y bajo mi cabello, además me gusta cuando lo haces con fuerza (Esa fuerza tuya es tener ganas). Te tengo ganas. Te tengo ganas desde las seis de la mañana a las once de la noche. Tengo ganas de pasar unas cuantas horas al día platicando de la dura jornada y del  calor  inhabitual, pero que ya lo hemos sentido cuando estamos a menos de dos centibesos. Tengo ganas de que me abraces por detrás y me susurres al oído canciones bellas, poemas cortos y frases nobles. Tengo ganas de acostarme en tu pecho y poder buscar figuritas en las nubes. Tengo ganas de estar bajo las velas y gemir de felicidad. Tengo ganas de leerte un libro. Tengo ganas de que riamos hasta que se nos olvide respirar. Tengo ganas de que me acompañes a estar bajo la inercia del sol. Tengo ganas que veas comer, vaya qué como mal, pero que te rías. Tengo ganas de verte dormido y que cuando despiertes esté yo. Tengo ganas de compartir silencios. Tengo ganas de gritar contra el viento bajando por la montaña. Tengo ganas de  todo lugar, en la silla, en la cama, en el la madera fría, en el baño y la bodega.  Tengo ganas de no dejarte morir en mi mente. Tengo ganas de recordarte siempre. Tengo ganas de extrañarte poco. Tengo ganas de correr porque se ha hecho tarde. Tengo ganas de ser tu paño de lágrimas. Tengo ganas de divorciarme de mi orgullo. Tengo ganas de pedirle un tiempo a la soledad. Tengo ganas de irme contigo, escapémonos, vamos. Tengo ganas de buscar y encontrar parques contigo. Tengo ganas de enseñarte porque mi forma de actuar y porque mi forma de quererte así, de a poquitos. Tengo ganas de que me esperes. Tengo ganas de que cada vez que me desnudes dejar dar un paseo a mis miedos y cerrarles la puerta. Tengo unas inmensas ganas. Tengo ganas de gastar mucha tinta en versos y besos. Tengo ganas de oler tu perfume siempre.  Tengo ganas de quitar el tonto cliché de que tener ganas es querer follarte locamente, claro, también tengo ganas de eso, pero tengo ganas de amarte o llevarte a marte. Tengo ganas de agradecerte por compartir la vida conmigo. Tengo ganas de encontrar a la muerte contigo. Tengo ganas de darte a probar mi delirío y mi paz.  Tengo ganas de coquetearte en mi vestido de flores. Tengo ganas de no recordar tu rostro y que tenga que ir a buscarte para no olvidarte. Tengo ganas de amarte por siempre y que me ames así sea solo hoy. 

Tengo ganas de que todos tengamos buenas ganas.

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